martes, 13 de septiembre de 2016

Escenas Míticas: Especial Western - Soldado azul




   Veinte años antes de que Kevin Costner nos presentara a los indios como los buenos del asunto, ya se había abordado el conflicto de éstos con el gobierno norteamericano y su brazo armado en forma de ejército. Dos buenos ejemplos como fueron “Pequeño gran hombre” y “Soldado azul” se presentaron como películas revisionistas cambiando la percepción popular de la historia.



  
   Las películas revisionistas procuraban hacer una reinterpretación de los hechos más cercana a la realidad y más alejada del mito. De ésta manera, si hasta el momento se nos habían presentado los indios, sería más correcto llamarlos nativos americanos, pero nos entendemos, como los villanos, poco más que unos salvajes sin piedad, ahora los veríamos de una forma muy diferente.



   Más que mostrarnos su verdadera personalidad, algo que hizo mucho mejor Costner, lo que trata de denunciar son las atrocidades que llevó a cabo el ejército americano con ellos y que explicaba las venganzas de éstos en forma de ataques a diligencias y puestos fortificados.
  Sin embargo, uno de los debes de la película es su poca rigurosidad histórica, o tal vez su labor de documentación. Sitúa la batalla de Little Big Horn, en la que el Séptimo de Caballería fue aplastado por una alianza de Cheyennes y Arapahoes, un año antes de la acción de la película, cuando fue doce años después. Además, Águila Negra (en realidad, era Caldera Negra) si consiguió sobrevivir a la masacre.



      ¿Y qué es lo que pasó realmente? Pues en 1864 un regimiento de 600 hombres comandado por el Coronel Chivington (Iverson en la película) arrasó un poblado Cheyenne pacífico al cual le habían asegurado la protección. Dos terceras partes de la población eran mujeres, niños y ancianos, pero eso no amedrentó a Chivington que ordenó disparar contra todo indio viviente. Pero la locura se apropió de los soldados, realizando una autentica carnicería, en la que no faltaron las violaciones, decapitaciones, descuartizamientos y arrancamientos de cabelleras.



   En la película se dice que el gobierno llevó a cabo una investigación acerca de lo acaecido ese día en Sand Creek pero no ejecutó a Chivington como también dice. Aunque si fue destituido y apartado de cualquier cargo relacionado con el poder político y militar. Incluso hoy en día, se considera esta masacre un punto negro en la historia americana, una de las situaciones más vergonzosas que se hayan dado.
   Sin embargo, no fue la única masacre, otras vendrían años después en Woundeed Knee o Washita entre muchas otras. Y el destino quiso que el ejército americano repitiera semejante abuso durante la guerra de Vietnam en la matanza de My Lai un siglo después. De hecho, esta película se vio como una denuncia de lo que estaban haciendo los Estados Unidos en el país asiático.



   El director, Ralph Nelson, sí que filmó la escena final tan cruentamente como fue, llegando a unos niveles de violencia realmente desorbitados para la época con imágenes impresionantemente explicitas que le ocasionó una considerable polémica y que, a la larga, ha hecho que quedara como un título de culto, del cual personajes del cine como Quentin Tarantino se declararon admiradores.



    Matanzas aparte, el film es una mezcla de western, aventuras y romance salpicado con cierto humor. Contó con una espléndida Candice Bergen, en el mejor momento de su carrera. Que luce tremendamente sexy y que es la verdadera estrella de la película. La acompañaba Peter Strauss("Hombre rico, hombre pobre") para el cual sería éste su único éxito, como el ingenuo, inocente y hasta infantil “soldado azul” Johnny. Y el siempre efectivo Donald Pleasance en un papel secundario.

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