jueves, 8 de junio de 2017

Que Dios nos perdone



   FICHA TÉCNICA

Película: Que Dios nos perdone.
Dirección: Rodrigo Sorogoyen.
País: España.
Año: 2016.
Duración: 125 min.
Género: Policiaca, thriller.
Interpretación: Antonio de la Torre, Roberto Álamo, Javier Pereira, Luis Zahera, Raúl Prieto, María de Nati, María Ballesteros, José Luis García Pérez, Mónica López, Rocío Muñoz-Cobo, Teresa Lozano, Francisco Nortes, Andrés Gertrúdix, Jesús Caba, Alfonso Bassave, Raquel Pérez, Javier Tolosa, Josean Bengoetxea.
Guión: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen.
Música: Olivier Arson.
Fotografía: Alejandro de Pablo.
Producción: Tornasol Films, Atresmedia Cine, Mistery Producciones AIE, Hernández y Fernández P.C.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: En el verano de 2011 en Madrid, en medio de movimientos populares de protesta y la visita del Papa, dos inspectores, de métodos muy diferentes, tienen que cazar a un asesino en serie que está matando a mujeres de avanzada edad.
   LO MEJOR: El cine español está experimentando un evidente aumento de nivel de unos años a esta parte. Ésto se debe a la entrada en liza de directores jóvenes liberados del obcecamiento predecesor en ignorar el cine de género, no fuera que les fueran a acusar de acercarse en demasía a la fórmula hollywoodiense. Y uno de los géneros que goza de una creciente buena forma en España es el policíaco y de intriga, que no le duelen prendas en utilizar formatos narrativos más propios del mercado internacional y, más concretamente, el anglosajón. Como muestra un botón, esta película es un tenso thriller, oscuro, opresivo, que no decae en el interés de su trama aderezada bajo un clima de sensaciones malsanas donde acompañamos a los protagonistas en un descenso al infierno acentuado por la atmósfera de violencia inherente en el propio argumento, en los crímenes y especialmente en los personajes, que no hace otra cosa que radiografiar una sociedad preocupantemente enferma. Digo ésto porque es difícil diferenciar quien es más psicópata, si el asesino o los policías que los persiguen. Todo ésto enmarcado es una convulsa ciudad de Madrid y que ejerce como personaje en sí mismo sobretodo situada en un momento social extremo, en la ola de calor del verano de 2011, con la visita del Papa y el movimiento del 15-M en las calles.
   Interpretación: Es uno de los fuertes, sino el principal, de la película. Y es que la pareja protagonista funciona como una perfecta maquina engrasada, con una química brutal. Mención especial, aunque fuera Roberto Álamo quien se llevara el Goya, para Antonio de la Torre, con el papel de un inspector tartamudo, retraído, tímido, de pocas palabras, con evidentes problemas para relacionarse, pero profesionalmente metódico e intuitivo. Roberto Álamo representa lo opuesto, un ser visceral, impulsivo, con graves problemas de autocontrol y tendencia a la violencia. Sin embargo, juntos forman un tándem que se complementa a la perfección. Los secundarios no tienen una influencia excesiva más allá que para contrastar con los dos protagonistas. Excepto Javier Pereira que si aporta algo propio.
   Escena (spoiler): Ya la primera autopsia es un aviso que lo que vamos a ver a continuación no es ningún juego de niños, rasgo que iremos confirmando en las sucesivas escenas de los crímenes, a cuál más cruda y sórdida. Aunque resulta demasiada casualidad como dan con el asesino por primera vez, sin llegar a cogerle. Bastante representativa es la escena de Velarde (de la Torre) con la mujer en su casa, de que tiene evidentes problemas para relacionarse de forma normal. La cosa ya se pone especialmente tensa al ver uno de los crímenes del asesino y conocer la naturaleza de sus actos, lo que le descubre cuando al ir a buscar al escenario una medalla perdida, se encuentra con Alfaro (Álamo) para terminar matándole. El final queda bastante abierto porque cuando por fin Velarde consigue dar con él y reducirle, no queda claro que se dispone a hacer con él; si dejarle libre, entregarle a la policía o matarle.
   LO PEOR: Para mi gusto hay ciertas escenas injustificadamente explícitas. Lo que es un error ya clásico en el cine español que no entiende que no hay necesidad en esa crudeza. Y otro de los “debes” de este género en España es la escasa, casi nula, presencia de la banda sonora a lo largo del metraje, rasgo que me resulta exasperante.
   CITAS: “Pero tú eres policía o que cojones eres”. “- Imagínate que lo tienes delante, ¿Qué harías? – Tú ya sabes que haría”. “Ese tío va a volver a matar pero lo más importante es que tú salves el culo”. “El médico me dijo que se iría igual que vino. Médicos”. “- Eres un buen policía. – Que va, pero gracias, monstruo”.
   REFERENCIAS: En mi opinión, bastante superior a “Tarde para la ira”. Bebe de fuentes fuera de nuestras fronteras, como el atormentamiento de los detectives de “Seven” o los dobleces de “True detective”.  Pero en España la veo al nivel de “La isla mínima”.
   CONCLUSIÓN: 7'5. Se hace muy buen cine de género por fin en este país, y el policíaco es el más en forma. Grandes interpretaciones de Roberto Álamo y Antonio de la Torre.



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