jueves, 5 de abril de 2018

Escenas Miticas: Deportes - Un domingo cualquiera




   A finales de mes tendremos el estreno de “Borg vs McEnroe” sobre el mundo del tenis y el enfrentamiento entre esos dos grandes deportistas. Y que mejor excusa para realizar un repaso de las películas sobre deporte, que las hay numerosas y muy variadas, por lo que tocaremos varios de ellos. Dejaremos fuera el boxeo, que merece un ciclo exclusivo para él.




   El fútbol americano es el deporte por excelencia en Estados Unidos que ya desde los noventa desbancó a los dos favoritos de los norteamericanos, el baloncesto y el béisbol, que ya estaban por delante a su vez, del hockey sobre hielo. Por tanto, es lo más equiparable a lo que supone en España y, en general, en Europa con el fútbol. Lo que ellos llaman soccer y que allí es un deporte creciente pero muy lejano en audiencia a los mencionados.



   En Estados Unidos, se juega bajo la organización de la NFL, aunque no siempre fue así pues el fútbol americano tiene más de un siglo de existencia y nació como un deporte muy diferente del rugby ingles (hay muchas reglas distintas y el propio concepto cambia enormemente). Si extrapoláramos aquí, seria como hablar de la UEFA y su Superbowl (de repercusión mundial), nuestra Champions.



   Pero vayamos ya a la película. Por cierto, que la NFL no quiso colaborar con Oliver Stone para la realización de la película, aduciendo que el director norteamericano solo pretendía mostrar la imagen más negativa de su deporte. Hay que recordar que el fútbol americano siempre ha estado bajo la sombra de la polémica por cosas como las lesiones cerebrales derivados de su práctica, el dopaje y las apuestas.



   Pero lo que realmente pretendía hacer Oliver Stone es otro nuevo retrato de la sociedad americana, en relación a un fenómeno que mueve masas de su población en torno a este deporte. No es nuevo que Stone haya retratado aspectos de la historia americana, como la guerra de Vietnam (“Platoon”, “Nacido el 4 de julio”) o figuras políticas (“JFK, caso abierto”, “Nixon”). Ahora le tocaba a algo tan pura y genuinamente americano como el fútbol.



   Sin embargo, Stone no iba a quedarse en una mera película de superación deportiva con un mensaje muy bonito y tal. Sino que pretendía mostrar todo lo que hay detrás de ese deporte (y de muchos otros), como la gestión de las estrellas, el liderazgo, los patrocinios, el tratamiento en los medios y lo que mueve todo, el dinero.



   Oliver Stone escribió inicialmente el guión en los años ochenta con la idea casi exclusiva de que fuera protagonizada por Charles Bronson. Al retrasarse y no llegar a rodarse hasta 1999, su primera elección para interpretar al entrenador de los Sharks de Miami, Tony D´Amato era Robert de Niro. Aunque finalmente cayó en las manos de su rival como actor Al Pacino.




   Pacino está soberbio en el papel y ahora mismo no veo a nadie en ese rol que no fuera él. Sin discutir que Bronson o De Niro habrían hecho un gran trabajo. Pero es que además el reparto era verdaderamente impresionante. Cameron Díaz, Dennis Quaid, James Woods, Jamie Fox, Aaron Eckhart, Matthew Modine, LL. Cool, Lauren Holly, Elizabeth Berkley, Ann Margret y Charlton Heston. Casi nada.



   Personalmente me parece espectacular, te guste ese deporte o no, o si te gusta el deporte en general. El montaje es prodigioso, en la línea del de otra película de Oliver Stone, “JFK, caso abierto”. Más de 3700 planos en 160 minutos, lo que hace visualmente vibrante. Aunque inicialmente fue masacrada por la crítica, con el tiempo las opiniones fueron mayoritariamente positivas. Costó 55 millones de dólares y logró más de 100 en taquilla.



  Hay muchísimas películas que se centran o tocan el fútbol americano; “Titanes”, “Jerry Mcguire”, “Los rompe huesos”. El discurso de Al Pacino en la película se utiliza como inspiración y motivación para muchos equipos deportivos de éste y otros deportes hoy en día.

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